
El trastorno por déficit de atención (TDA) es un trastorno del desarrollo en los niños que interfiere con el proceso de aprendizaje
Sus síntomas pueden durar desde la infancia hasta la edad adulta y son de 2 a 4 veces más frecuentes en los niños que en las niñas. Los síntomas del trastorno por déficit de atención generalmente se identifican mediante la observación en el aula.
Síntomas del trastorno por déficit de atención
Estos son algunos síntomas comunes de los niños que sufren de TDA:
- El niño es muy olvidadizo. Es posible que pierda detalles en la tarea o incluso durante el tiempo de juego. Por ejemplo, puede olvidar cosas como las reglas de un juego repetidamente.
- El niño se distrae fácilmente. Tiene dificultad para mantener la atención en una tarea y salta entre tareas con frecuencia.
- El niño tiene dificultad para organizar y completar una tarea. Es posible que tenga dificultades para mantener las cosas en su lugar y, a menudo, pierde sus artículos, como lápices, juguetes, etc.
- El niño tiene dificultad para aprender cosas nuevas.
- El niño no parece escuchar cuando se le habla y puede parecer confundido.
- El niño también puede tener enuresis, discapacidad del lenguaje / habla y depresión.
Efecto emocional del trastorno por déficit de atención
El trastorno por déficit de atención puede provocar problemas emocionales para el niño, su familia y otras áreas de su vida. Algunos de los problemas emocionales pueden incluir comportamientos agresivos, sentimientos de fracaso, retraimiento, ansiedad, depresión y baja autoestima.
El niño puede negarse a participar en el salón de clases por temor a ser acosado. También es más probable que rechace todas las actividades en las que no está seguro de su éxito.
En ocasiones, el niño también puede sufrir efectos físicos como dolores de cabeza, dolores y molestias en diferentes partes del cuerpo.
Causas del trastorno por déficit de atención
Los investigadores han demostrado que un niño que tiene predisposición genética a TDA tiene más probabilidades de desarrollar un trastorno por déficit de atención que aquellos niños que no tienen la predisposición genética.
Aproximadamente un tercio de los padres con trastorno por déficit de atención producirán un hijo con TDA. También hay evidencia que vincula el hábito de fumar de las mujeres embarazadas con el nacimiento de un niño con TDA.
La lesión cerebral también puede ser una causa de TDA, específicamente lesiones del lóbulo frontal, ya que el lóbulo frontal controla funciones como la resolución de problemas, la planificación, la comprensión del comportamiento de otras personas y la restricción de nuestros impulsos.
Diagnóstico del trastorno por déficit de atención
El trastorno por déficit de atención generalmente se diagnostica mediante la recopilación de detalles de los padres y maestros, y mediante la observación directa del niño durante el juego y en el aula.
Tratamiento del trastorno por déficit de atención
La terapia cognitivo-conductual y la terapia conductual se utilizan para controlar el trastorno por déficit de atención. Para ayudar a un niño con TDA a mantener su atención en una tarea y minimizar los errores, la tarea se puede dividir en pequeños componentes. Esto hace que la tarea sea más manejable por un niño con TDA.
También puede ser útil guardar las pertenencias del niño, como ropa y juguetes, en un lugar fijo. Esto ayudará al niño a memorizar dónde conseguir y guardar sus cosas.
Se pueden usar otras técnicas de TCC para ayudar a reducir los pensamientos negativos asociados con el TDA en el niño, por ejemplo, soy estúpido, no valgo nada, etc. Diferentes técnicas de terapia conductual como indicaciones, refuerzo, entrenamiento de habilidades sociales, etc. se puede utilizar para modificar los comportamientos del niño.
El asesoramiento de los padres también es fundamental cuando se trata de un niño con comportamientos problemáticos.
Es importante que el terapeuta eduque a los padres sobre la enfermedad del niño en detalle para que conozcan sus causas, síntomas y tratamientos.
También es importante que los padres aprendan sobre el sistema de recompensas y consecuencias que se utiliza para reforzar las buenas conductas del niño. En algunos casos, el terapeuta también puede educar a los padres sobre el concepto y el procedimiento de «tiempo fuera» para ayudar a reducir el comportamiento problemático del niño.