El trastorno disocial se caracteriza por su aparición en ambientes socioeconómicos bajos y asociados a diversos desajustes sociales tales como rupturas familiares.
Suele relacionarse con la transgresión a las normas y las conductas destructivas y de un marcado carácter negativo, dónde se desarrolla un patrón de comportamiento repetitivo en el que se violan los derechos básicos de los demás.

Al menos deben darse 3 manifestaciones del trastorno durante el último año y se suelen producir las siguientes conductas:
- Comportamiento agresivo que causa daño físico o amenaza a otras personas o animales.
- Comportamientos que causan pérdidas o daños a la propiedad de otras personas.
- Fraudes o robos.
- Violaciones graves de las normas.
Los pacientes suelen presentar muy baja empatía, con una autoestima baja, tendiendo a dar la imagen de «duros», con una baja tolerancia a la frustración y arrebatos emocionales.
El DSM-IV, especifica el tipo en función de la edad de inicio:
- Tipo de inicio infantil: se inicia antes de los 10 años de edad.
- Tipo de inicio adolescente: ausencia de cualquier característica del trastorno disocial antes de los 10 años de edad.
También especifica la gravedad:
- Leve: pocos o ningún problema de comportamiento. Sólo causan daños mínimos a otros.
- Moderada: el número de problemas de comportamiento y su efecto sobre otras personas son intermedios entre leve y grave.
- Grave: varios problemas de comportamiento exceden de los requeridos para establecer el diagnóstico o los problemas de comportamiento causan daños considerables a otros.