
En la teoría psicosexual de Sigmund Freud, propuso que el comportamiento y el desarrollo de una persona están influenciados por la interacción entre los aspectos conscientes e inconscientes de la mente de esa persona.
Hay tres componentes del aparato psíquico que funcionan en diferentes niveles de conciencia e interactúan entre sí para generar un comportamiento.
Identificación
La Identificación está presente al nacer y representa todo lo que heredamos de nuestros padres. Comprende nuestras necesidades que requieren satisfacción constante y opera sobre el principio del placer, así como la necesidad de gratificación inmediata, sin tener en cuenta las consecuencias o realidades.
Ego
La Ego se desarrolla como resultado de nuestros intentos de satisfacer nuestras necesidades a través de interacciones con nuestro entorno físico y social. En otras palabras, surge del Id. El Ego intenta cumplir el deseo del Id sirviendo como un negociador que se esfuerza por lograr un compromiso entre lo que el Id quiere y lo que el mundo exterior puede otorgarle.
El Ego también es un tomador de decisiones que opera según el principio de realidad, evaluando las condiciones del mundo real que pueden o no satisfacer las demandas del Id y buscando métodos aceptables para cumplir los deseos del Id.
Superego
La Superego surge del Ego y se desarrolla como una representación interna de los valores morales del entorno. El superyó juzga lo que moralmente debemos hacer o no hacer, y nos guía sobre lo que debe y no debe hacer en nuestra vida.
Nos recompensa con orgullo y sentimientos positivos por hacer el bien, y nos castiga con sentimientos de culpa, vergüenza o miedo por no respetar los valores que nos hemos fijado.
Según la teoría psicosexual de Sigmund Freud, los niños se desarrollan como consecuencia de las formas en que el ego negocia un compromiso entre:
- el Id y la insistencia del Id en la satisfacción inmediata de los deseos,
- el entorno que impone límites a las condiciones en las que se pueden cumplir los deseos y
- el superyó, que presiona al individuo para que se rija por un conjunto de valores morales.
Freud creía que el aspecto inconsciente de nuestra mente es un receptáculo de ideas. No somos conscientes de este aspecto de nuestra mente, pero influye en nuestro comportamiento de formas igualmente poderosas, tanto como lo hace nuestra mente consciente.
Como tal, una de las contribuciones más significativas de Freud a la comprensión del comportamiento humano es iluminarnos sobre el papel incomparable del inconsciente en la dirección y motivación de nuestro comportamiento.
Freud estipuló además que el desarrollo se completa a través de una serie de etapas psicosexuales que ocurren en una secuencia predeterminada.
Las etapas psicosexuales de Freud contienen actividades que giran en torno a una determinada zona erógena de un individuo. Al pasar con éxito de una etapa psicosexual de Freud a la siguiente, el individuo desarrollará una personalidad sana.
No resolver los problemas o quedarse atascado en cualquiera de las etapas psicosexuales de Freud resultará en una personalidad problemática.
Las etapas de desarrollo psicosexual de Freud
Etapa oral (0 – 1 año)
Un niño obtiene placer de las actividades orales, como chupar y saborear. La satisfacción satisfactoria de las necesidades de alimentación del niño y el destete adecuado pueden resultar en el establecimiento de confianza. Demasiada o muy poca gratificación puede provocar una fijación oral para el individuo adulto. Esto está representado por una preocupación por las actividades orales como beber alcohol, fumar, comer en exceso o morderse las uñas.
Etapa anal (2-3 años)
La principal fuente de gratificación en esta etapa es la capacidad de controlar el movimiento de la vejiga y la eliminación o retención de heces. Una experiencia positiva y apropiada que gira en torno al entrenamiento para ir al baño puede fomentar la competencia, la creatividad y la productividad de las personas. Por el contrario, las fijaciones anales pueden traducirse en obsesión por la perfección, la limpieza extrema y el control o lo contrario, que es el desorden y la desorganización en la edad adulta.
Etapa fálica (3-6 años)
En esta etapa psicosexual de Freud, el foco del placer son los genitales. Los niños comienzan a percibir a su padre como rivales por el afecto de su madre, mientras que las niñas sienten lo mismo hacia su madre. El miedo al castigo puede llevar a la represión de los sentimientos hacia el padre del sexo opuesto. La fijación en esta etapa puede provocar desviaciones sexuales o una identidad sexual débil.
Período de latencia (6 años hasta la pubertad)
En esta etapa, los impulsos sexuales generalmente se reprimen y el individuo pasa la mayor parte de su tiempo interactuando con compañeros del mismo sexo, participando en pasatiempos y adquiriendo habilidades.
Etapa genital (pubertad en adelante)
El foco en esta etapa psicosexual de Freud está en los impulsos sexuales que se despiertan y se dirigen hacia pares del sexo opuesto, con los genitales como la principal fuente de placer. Las personas que completaron las etapas anteriores con éxito se convierten en personas bien adaptadas, afectuosas y seguras.
Una importancia de la teoría psicosexual de Sigmund Freud es el énfasis en las experiencias tempranas en el desarrollo de la personalidad y como una influencia en el comportamiento posterior. Las relaciones que los niños cultivan, sus puntos de vista sobre sí mismos y los demás, y su nivel de adaptación y bienestar como adultos están influenciados por la calidad de las experiencias que han tenido en cada etapa psicosexual.
Sin duda, la teoría del desarrollo psicosexual de Sigmund Freud es una de las teorías más complejas y controvertidas del desarrollo infantil. Aunque su teoría ha sido objeto de muchas críticas, no podemos descartar las importantes ideas que Freud ha aportado al campo de la psicología y el desarrollo humano.