En el trastorno por déficit de atención con hiperactividad no se ha conseguido consenso a la hora de denominarlo. Para el DSM-IV este trastorno se conoce como «trastorno por déficit de atención con hiperactividad», mientras que el CIE-10 lo engloba dentro del grupo de los «trastornos hipercinéticos».
Personalmente, y también la mayoría de nuestros colegas, nos ceñimos a los criterios diagnósticos del DSM-IV.
Vamos a hablar en profundidad acerca del TDAH y de sus características más importantes.
Historia
En el año 1902, George Still, un famoso pediatra inglés, describió a un conjunto de niños que presentaban:
- Exceso de actividad motora
- Escaso control de los impulsos
En el año 1959, Luria denomina a estos pacientes como cerebroasténicos y en occidente se les etiqueta como niños con lesión cerebral mínima, disfunción cerebral mínima o disfunción cerebral menor.
Al no demostrarse afectación cerebral, esta terminología cayó en desuso.
Definición del TDAH
El TDAH engloba una serie de signos y síntomas entre los que destaca, aunque no siempre es el principal indicador, el trastorno por falta de atención.
Se trata de un patrón estable en el que aparecen las siguientes alteraciones (al menos una de las dos según la DSM-IV y ambas según CIE-10) durante un mínimo de 6 meses:
1. Desatención
En labores escolares, lúdicas o de otro tipo, que le pueden conducir a errores y a ser descuidado con la realización de la tarea.
Parece no escuchar cuando se le habla directamente, como si tuviera la mente en otro lugar. Tiene dificultades para organizar tareas y actividades, suele dejar actividades a la mitad, evita, es reacio o le disgusta dedicarse a tareas que suponen un esfuerzo mental sostenido.
Es descuidado con sus objetos personales, extravía objetos, frecuentemente se distrae con estímulos irrelevantes.
Descuido y olvido en actividades diarias.
2. Hiperactividad-Impulsividad
Hiperactividad: A menudo se mueve en exceso, abandona su puesto, se mueve continuamente cuando resulta inapropiado hacerlo, parece «estar en marcha» y habla en exceso.
Es decir, se da tanto un exceso de conductas como una aparición de conductas inoportunas. Pero no se trata de una ruptura de las normas.
Impulsividad: Responde antes de acabar una pregunta, se entromete e irrumpe en actividades de otros. Puede dar lugar a accidentes o situaciones de riesgo.
Es decir, tiene un déficit en la capacidad de inhibir conductas (autocontrol).
Asociadas a estas alteraciones se encuentran la desinhibición social, la falta de preocupación en situaciones peligrosas y el quebramiento de forma impulsiva de las normas sociales.
Diagnóstico
El trastorno puede diagnosticarse a cualquier edad pero deben existir muestras de las alteraciones, de disminución de la atención o del aumento de la actividad, previas a los 7 años de edad.
El trastorno no debe ser específico de una determinada situación, por ejemplo, se debe dar tanto en la escuela como en el hogar.
Unido al trastorno propiamente dicho suele haber complicaciones tales como:
- Retraso en al escolarización
- Mal rendimiento
- Incumplimiento de reglas
- Conductas disociales (destructivas, distorsionadas y negativas)
- Baja tolerancia a la frustración
- Arrebatos emocionales
- Autoritarismo
- Testarudez
- Labilidad emocional (alteraciones afectivas, llantos o risas desproporcionadas)
- Desmoralización
- Disforia (emociones desagradables como tristeza, ansiedad, inquietud…)
- Baja autoestima
- Frecuente comorbilidad (presencia de más de un diagnóstico simultáneo en un paciente) con sujetos que padecen S. de Tourette
Como podemos apreciar, los límites del trastorno no son claros y se superponen con otros trastornos que se suelen dar conjuntamente, como son los trastornos del aprendizaje y otros trastornos de conducta como el trastorno disocial y el trastorno negativista desafiante.

En la imagen se puede ver una tomografía por emisión de positrones tomada a un paciente con TDAH y a un sujeto control.
Según estudios neurológicos, los pacientes con TDAH (ADHD en inglés) tienen niveles más bajos de transportadores de dopamina en el núcleo acumbens, una parte del cerebro que funciona como centro de recompensa y tiene un papel importante en la risa, el placer, la adicción y el miedo.