
El comportamiento de ayuda es un concepto en psicología social que cree que una persona brinda ayuda voluntariamente a otros, sin importar si se espera una recompensa a cambio o no.
Varias teorías explican la psicología de la ayuda: ¿es intrínseca, motivada por uno mismo o está influenciada por otras variables?
Motivadores intrínsecos
Teoría evolutiva: el modelo de selección de parentesco
Dado que la evolución apoya la selección natural, uno debería realizar comportamientos para aumentar sus posibilidades de sobrevivir. Un ejemplo de esto se puede ver en una familia de cazadores que se ayudan entre sí: si comparten sus recursos y alimentos entre sí, las posibilidades de que sobrevivan y se reproduzcan son mayores que en una familia que lo hace de otra manera.
La norma de reciprocidad
La idea de reciprocidad establece que una persona ayuda porque espera recibir ayuda a cambio. Además, también establece que una persona que ha sido ayudada anteriormente, se sentiría en deuda por ayudar a quienes la ayudaron.
Excitación: teoría de la recompensa de costos
Según esta teoría, la presencia de una situación de emergencia provoca excitación emocional en los transeúntes. Este sentimiento de excitación puede ser miedo, ansiedad o simpatía. Cuando un espectador comienza a sentirse como tal, se enoja y extiende su ayuda a la situación para aliviar esos sentimientos. Cuanto mayor es la necesidad, más tensa emocionalmente es, por lo que aumenta la probabilidad de querer ayudar.
Esta teoría sugiere que la conducta de ayuda está impulsada por la necesidad de liberarse de la excitación emocional provocada por situaciones en las que se necesita ayuda.
Motivadores extrínsecos
Teoría de la empatía-altruismo
El altruismo es la idea de ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. La empatía, por otro lado, es la capacidad de una persona de ponerse en el lugar de otra para comprender lo que siente la otra persona. Esta teoría combina la idea de ambos: cuando uno siente empatía hacia el otro, siente la necesidad de ayudarlo y aliviarlo de su sufrimiento.
Esta teoría gira en torno a la «preocupación empática», que son las emociones que siente una persona cuando ve a alguien que lo necesita. La prioridad de la persona ahora se centra en las necesidades de la otra persona y en aliviarlas, en lugar de centrarse en las suyas.
La norma de responsabilidad social
La responsabilidad social es un sentimiento de que una persona tiene la obligación de actuar de tal manera que beneficie a toda la sociedad. Con esto, una persona tiene un deber que cumplir para mantener el equilibrio en su entorno. Una persona puede hacer esto de forma activa, por ejemplo, donando dinero a ONG gubernamentales, o de forma pasiva, como asegurarse de que sus actos no perjudiquen a otros.
El efecto espectador
Este concepto establece que la presencia de transeúntes inhibe o disminuye la probabilidad de que una persona ayude a otra. Cuantos más espectadores haya, menos probable es que la persona extienda su ayuda.
Varias variables explican por qué ocurre esto.
▶️ Más acerca del efecto espectador.
Ambigüedad
Esta variable pertenece a la percepción que tiene una persona de cuán grave es la necesidad. Las situaciones de alta ambigüedad harían que una persona se diera cuenta de cómo ayudar, por ejemplo, un llanto suave frente a un grito fuerte.
Cohesión
Esta variable afecta la probabilidad de que los espectadores ayuden a otro en función de la familiaridad con la persona que lo necesita.
Difusión de la responsabilidad
La presencia de otros transeúntes lleva a uno a creer que los demás asumirán la responsabilidad. Esto puede verse afectado por habilidades o calificaciones, en las que uno cree que otros están más calificados para ayudar, evitando así brindar asistencia injustificada.