En este artículo vamos a tratar de dilucidar algunos básicos acerca de la psicología de la mentira.

Para empezar, las mentiras son muy difíciles de detectar.
Años de trabajo en psicología, incluyendo la investigación de entrevistas reales realizadas por la policía a cargo de Aldert Vrij y colegas, proporciona orientación sobre lo que transmiten las señales no verbales y cuáles son las que señalan o no a la mentira (Vrij, 2006).
En primer lugar tenemos que desechar los conceptos erróneos:
- La gente mira hacia otro lado cuando están mintiendo. Incluso algunas fuerzas de policía todavía tienen esto en sus manuales, aunque es algo completamente erróneo.
- Los clásicos signos de la mentira no son tan buenos indicadores. Menos parpadeo, más pausas en el habla, la tensión vocal, dilatación de la pupila, elevar la barbilla y el nerviosismo no siempre significan que alguien está mintiendo.
- Puede ser especialmente difícil detectar mentiras en amigos cercanos o socios, personas con las que hemos llegado a una situación de confianza y de los que no esperamos una mentira.
Así, con esas falsas ideas expuestas, ¿como nos ayuda la investigación psicológica a la hora de detectar mentiras?
- Las diferencias individuales son la clave. El comportamiento natural de algunas personas parece honesto, mientras que el comportamiento natural de otras no; esto no le dirá quién está mintiendo. Por ejemplo, introvertidos o personas nerviosas tienden a mirar como si estuvieran mintiendo cuando no lo hacen.
- Micro-expresiones. Son detectores de mentiras de buena calidad, que pueden observarse en pequeños movimientos faciales que delatan la mentira. El problema es que al ser «micro», son difíciles de descubrir.
- La inflexión vocal puede ser vital. Hay pruebas de que es más fácil detectar mentiras sólo por medio de la voz.
- Confía en tu intuición. La gente puede ser mejor en la detección de mentiras gracias a su intuición. Procesos implícitos o en gran medida inconscientes pueden ser más eficaces que el pensamiento consciente.
- Mentir es un trabajo duro. Mentir puede colocar altas demandas cognitivas a un individuo; poner presión sobre un sospechoso de haber mentido puede ayudar a la detección.
La investigación sobre la mentira no verbal en la psicología ha demostrado claramente que los malentendidos son algo corriente. La detección de mentiras es un arte sutil que requiere sentidos muy agudos y estos 5 factores pueden mostrarle por dónde empezar.