Los mecanismos de defensa son construcciones psicoanalíticas o freudianas. Fueron creados para ayudar a explicar las respuestas individuales a la ansiedad y han sido extraídos de su contexto original para ayudar a explicar los estilos individuales de afrontamiento.
Los mecanismos de defensa son inconscientes, lo que, evidentemente, significa que no somos conscientes de su funcionamiento. También son individualizados, lo que significa que diferentes personas utilizan diferentes conjuntos de ellos.
Por último, son normales, lo que significa que todo el mundo los usa. Sin embargo, los mecanismos de defensa se convierten en puntos de interés clínico cuando son exagerados.
Compensación
Un déficit percibido es compensado por la habilidad o el éxito en otra área. Por ejemplo, una persona puede compensar su falta de altura con habilidad en los negocios, las artes, u otras áreas.
Denegación
Una realidad que hace que la ansiedad simplemente no sea percibida. Por ejemplo, una madre, inconscientemente, puede negarse a ver el verdadero carácter de su hijo, porque puede causarle demasiada ansiedad. El uso de la negación puede llevar a la intrusión repentina de la realidad en la vida del sujeto. Si la madre del ejemplo recibe la noticia de que su hijo ha sido detenido por robo a mano armada.
Desplazamiento
El desplazamiento es la reorientación de la energía de un objeto peligroso o prohibido a otro más aceptable socialmente. Por ejemplo, la atracción hacia una persona casada puede ser desplazado a otra actividad. Un ejemplo podría ser el tocar un instrumento musical en su lugar.
Fantasía
Reemplazar la realidad por un escenario imaginado. Un buen ejemplo sería imaginarse que tu compañero sexual es otra persona diferente.
Intelectualización
Manejar una situación con una elevada carga emocional de forma insensible, serena e indiferente. Un buen ejemplo sería recibir la noticia de tu ruptura matrimonial pasiva y estoicamente.
Proyección
Culpar a los otros por los problemas o errores de uno mismo. Por ejemplo, alguien podría decir «El diablo me obligó a hacerlo».
Racionalización
Sustituir motivos no aceptables por otros que sí lo son. Un buen ejemplo se da cuando se suspende un examen, culpando del fracaso al cansancio en lugar de a las pocas horas de estudio.
Formación Reactiva
Es una expresión opuesta a la del deseo que el sujeto tiene pero evita, por motivos de censura.
Muestra lo contrario de nuestras verdaderas intenciones o motivos (inconscientes). Un buen ejemplo sería la expresión de amor hacia una persona cuando en realidad se tiene odio.
Represión
Tiene un papel central en el psicoanálisis. Elementos que generan una elevada ansiedad, se han almacenado en lo profundo del inconsciente, donde no afectan para la realización de actividades conscientes. Todos estos elementos inconscientes se pueden manifestar en sueños o pesadillas.
Un elemento reprimido no está usualmente disponible para el recuerdo. En su lugar, puede aparecer más tarde, de forma inesperada.
Regresión
La regresión se produce cuando las conductas de afrontamiento de una primera etapa de desarrollo reaparecen. Por ejemplo, cuando el llanto o un berrinche se utiliza para hacer frente a un evento estresante.
En general, consideramos que tales conductas son inadecuadas para los adultos, y además, son remanentes de un tiempo anterior (infancia), cuando tales conductas eran aceptables.
Sublimación
La sublimación ocurre cuando los motivos, sean sexuales o violentos, reflejan los instintos psicoanalíticos de la libido y de thanatos (lo explicaremos en otro post), y éstos son redirigidos a vías no instintivas. Por ejemplo, las motivaciones agresivas puede ser redirigidas a un marco más aceptable como puede ser el de los juegos.
Hasta aquí algunos de los mecanismos de defensa más importantes en psicología 🙂