
El experimento de Stanley Milgram es quizás uno de los estudios psicológicos más famosos y controvertidos realizados sobre el tema de la obediencia.
La idea se le ocurrió al psicólogo Stanley Milgram en 1961, cuando un soldado alemán de la Segunda Guerra Mundial llamado Adolph Eichmann fue juzgado. Según Eichmann, ordenó la muerte de millones de judíos simplemente porque estaba siguiendo una orden.
Despertando el interés de Milgram, quiso comprender hasta dónde podía llevar la obediencia a una persona.
El experimento
- Milgram publicó un anuncio en un periódico para encontrar 40 sujetos masculinos que participarían en su experimento. Por su participación, Milgram los compensaría con $ 4.50 cada uno (y $ 4.50 valían mucho más en 1961 que en la actualidad).
- El estudio involucra a tres personajes: el experimentador (un cómplice), el maestro (el sujeto de prueba) y el estudiante (un cómplice).
- El estudiante debía aprender una lista de pares de palabras y luego sería evaluado por el maestro. Por cada respuesta incorrecta, se le administraría una descarga eléctrica al estudiante a través de los electrodos adheridos a su cuerpo.
- Se hizo creer a los sujetos de prueba que se les asignó aleatoriamente el papel de maestro, pero, por supuesto, este no fue el caso.
- El profesor y el alumno se colocaron en habitaciones separadas. El maestro tenía un generador de descargas eléctricas, en el que los interruptores estaban etiquetados como «descarga leve» hasta «descarga extremadamente severa» (450 voltios).
- Milgram quería entender hasta dónde llegaría cada maestro para seguir las instrucciones dadas por el instructor.
- El estudiante daría deliberadamente respuestas incorrectas y, como resultado, se esperaba que el maestro administrara las descargas eléctricas. En ocasiones, el maestro dudaba en hacerlo, el instructor le daba instrucciones y le sugería encarecidamente que continuara.
Los resultados y su significado
Los resultados fueron impactantes: todos los sujetos de prueba entregaron hasta 300 voltios, mientras que dos tercios o el 65% de ellos procedieron al máximo: 450 voltios. Estos resultados habían provocado muchos estudios psicológicos para probar o refutar los resultados.
Cuando se trata del resultado de su experimento, Stanley Milgram propuso dos estados de comportamiento que las personas generalmente tienen cuando se encuentran en una situación social:
- La estado autónomo, en el que una persona realiza acciones por su propia voluntad, y asume la responsabilidad de las consecuencias de tales acciones
- La estado agente, en el que una persona permite que otra controle sus acciones. En consecuencia, no se responsabiliza de los efectos posteriores de sus acciones y las transmite a la persona que lo dirigió.
Para que una persona esté en un estado de agente:
- Se percibe que la persona que da órdenes es una persona calificada para hacerlo.
- La persona que sigue la orden cree que quien la dirige asumirá la responsabilidad de las consecuencias.
Los dos criterios anteriores se apoyaron en el experimento de Stanley Milgram porque:
- Estado de la ubicación: Los sujetos de prueba creían que el estudio era seguro porque se estaba llevando a cabo en la Universidad de Yale.
- Estado de la figura de autoridad: El experimentador usó una bata de laboratorio, lo que sugiere conocimiento y experiencia, lo que facilita que los participantes sigan sus órdenes.
- Proximidad de la figura de autoridad: La presencia del experimentador le dio al sujeto de prueba la sensación de que él no es el único responsable de lo que podría sucederle al estudiante.