La risa, una respuesta biológica que se produce ante determinados estímulos de la vida cotidiana y que todavía esconde muchos misterios para los investigadores del comportamiento humano. A continuación enumeramos algunos datos curiosos sobre esta reacción que quizás desconozcas:
- Nuestro cerebro puede diferenciar (no siempre) entre una risa falsa y una risa auténtica. La razón interpreta la información que le sugiere cada tipo de risa, provocando diferentes grados de excitación cerebral si denota cierta falsedad en el estímulo.
- La risa no ayuda a quemar calorías. En algunos portales de internet se alaba este tipo de práctica como una auténtica quema grasas. Lo cierto es que unos diez minutos de risa tan solo queman unas 20 calorías, insuficiente para ser considerada una «quema grasa» en potencia.
- Algunos animales se ríen. Perros, chimpancés, orangutanes, gorilas y ratas se ríen cuando están jugando o disfrutando de un momento o situación concretas.
- Beber alcohol puede potenciar la risa. Según un experimento británico en el que se emitió una película cómica, se llegó a la conclusión de que los sujetos que habían consumido alcohol reían más que los que no lo habían tomado.
- La risa también puede ser un indicador de patologías. Ciertas enfermedades del sistema nervioso central, enfermedades mentales o abuso de drogas pueden presentar una risa patológica caracterizada por ataques de risa incontrolable.
- La risa y la pareja. Parece que las parejas que han tenido una buena comunicación no verbal mediante la risa y la sonrisa han permanecido durante más tiempo juntos y han mostrado una mayor satisfacción subjetiva de su relación.
- La risa es contagiosa. Este es un comportamiento similar al del bostezo y relacionado con nuestra necesidad de inclusión en el grupo.